Con partes iguales de heroismo y comicidad, se lanzó el tráiler de
Destiny 2, la secuela del popular juego de rol en primera persona.
Cien segundos fueron suficientes para explicar la trama: La Ultima
Ciudad fue destruida por La Legión Roja, una nueva raza comandada por
Ghaul. Quedan pocos Guardianes y es el momento del contraataque.
Una de las críticas que ya han recibido en Bungie es que no se puede
transferir entre juegos el personaje que cada jugador ha estado
desarrollando. Todas las armas, habilidades y armaduras deberán quedarse
en el primer juego.
Sí se mantendrá la personalización de cada Guardián, pero sólo el
aspecto físico. Los desarrolladores creen que esta decisión les permite
"introducir los avances y mejoras superiores que todos esperan en una
secuela".
Cuando salió, hace más de 2 años, Destiny prometía ser la "experiencia" a la que los jugadores recurrirían durante una década.
Un MMORPG (siglas para juego masivo de rol en línea) en primera persona
que permitía explorar planetas, encarar misiones en solitario o con
compañeros, mejorar el personaje con armas y armadura, todo en un futuro
donde a la humanidad le quedaba sólo una última ciudad. Todo sonaba muy
bien. Demasiado.
Ya sea porque fue víctima de sus propias expectativas, porque
desarrolló un modo historia algo aburrido o bien por las repetitivas
misiones, el sucesor de Halo tuvo recepciones mixtas. Aunque fue un
éxito de ventas, al poco tiempo los servidores veían cómo los jugadores
abandonaban el juego. Hicieron falta cuatro expansiones para ir
reviviendo esporádicamente el interés.
Aún no hay una fecha de lanzamiento confirmada. Se podrá adquirir la
versión estándar, la limitada y la de coleccionador. Estará disponible
en PC, PS4 y Xbox One.
Lo siguiente que veremos será en mayo, cuando se revele un gameplay oficial.
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