Fiel al estilo grandilocuente del gigante tecnológico de Cupertino,
Apple lanzó hace dos años y con bombos y platillos su sistema de
billetera electrónica ante la presencia de una audiencia multitudinaria,
asegurando que le permitiría a sus usuarios eliminar por
completo y en el mediano plazo el dinero en efectivo y las tarjetas
plásticas de sus vidas.
Más de 48 meses después la realidad en los Estados Unidos, el principal
mercado para la plataforma de pago electrónico Apple Pay, parecería ser
una muy diferente en un contexto donde el temor a ceder los
datos bancarios a terceros continúa representando una traba para muchos
potenciales usuarios del sistema.
Expertos aseguran que una deficiente estrategia publicitaria para
comunicar las cualidades de Apple Pay por parte de su desarrollador
tampoco ayudó a mejorar la situación, sumado al hecho de que no
son muchos los minoristas que aceptan en la actualidad la forma de pago
mediante teléfonos inteligentes iPhone o relojes smart Apple Watch.
Analistas
de la industria consultados por el periódico especializado en negocios
The Wall Street Journal aseguran que el ritmo de adopción al servicio ha
sido decepcionante, inclusive contemplando los pronósticos más conservadores.
Es que si se tiene en cuenta que solo el 13% de un estimado de 680
millones de usuarios de iPhone han usado Apple Pay en algún momento, el pronóstico a futuro para la apuesta de la firma tech no
parecería ser del todo alentador y alertaría sobre la necesidad de
replantear la estrategia en la cual se ha basado el modelo de negocios.
Representantes de Apple aseguran que su plataforma de pago electrónico ha sido más exitosa que otras de la competencia
y todavía confían en que eventualmente reemplazará al dinero en
efectivo y las tarjetas de crédito y débito como la forma primaria de
pago.
Según una encuesta realizada por la firma de investigaciones tecnológicas Creative Strategies, el
40% de los norteamericanos consultados tienen sus reservas acerca
de los posibles riesgos de seguridad que representa cargar los datos de
tarjetas de crédito y débito a sus teléfonos y más del 60% ni siquiera está al tanto de las funciones de pago electrónico que puede brindar su iPhone.
Empeorando aun más la situación, según datos de Nilsen solo un tercio de los comercios de los Estados Unidos aceptan Apple Pay como método de pago
y son muchos los que señalan que los potenciales usuarios del sistema
no abandonarán sus tarjetas plásticas hasta que el sistema sea aceptado a
nivel masivo.
El año pasado se procesaron 36 mil millones de dólares en transacciones comerciales realizadas mediante Apple Pay, una cifra llamativamente menor a la pronosticada por su creador al momento del lanzamiento, cuando aseguraron que se procesarían para 2016 207 mil millones de dólares mediante su plataforma de billetera electrónica.
Infobae evaluaba desde Miami Beach en diciembre de 2014 al prometedor sistema de billetera electrónica. En el review se destacaba que Apple Pay no reemplazaría a las billeteras tradicionales en el corto plazo debido a su escasa aceptación en comercios.
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