Treviño camina a paso firme. Se la escucha llegar a la
entrevista porque se sienten sus pisadas. Y porque se oye su voz,
también firme. Habla con seguridad y acompaña cada frase con una
sonrisa. Pero no parece una pose, sino más bien un gesto sincero. Y ella
asegura que ríe porque es feliz. Y dice que es feliz porque le gusta lo
que hace. ¿Y qué hace? Mucho.
Es directora de Softtek, una empresa proveedora de servicios IT que
fundó en México en 1982, y que hoy cuenta con 30 oficinas y 11 mil
empleados en todo el mundo. Como le gusta estar presente y supervisar el
pequeño imperio que construyó, viaja más del 80% de su tiempo. Aún así
apenas alcanza a visitar una vez al año cada una de las sucursales de la
compañía.
También se desempeña como consultora de varias agrupaciones y del
gobierno mexicano. Fue catalogada por Forbes, Fortune y la revista
Expansion como una de las la mujeres más influyentes de su país.
Además, es una de las empresarias más destacadas en Latinoamérica. Sin
dudas, sus logros la posicionan como la mexicana más influyente, de los
últimos tiempos, en el mundo tecnológico.
Durante su paso por la Argentina, dialogó con Infobae
sobre el desafío que implica emprender algo nuevo, "la culpa" que a
veces genera compatibilizar la maternidad con desarrollo laboral y el
rol de las mujeres (y los hombres) en los negocios.
-Sé
que estudiaste Licenciatura en Sistemas de la Computación, pero tengo
entendido que al principio, cuando te fuiste a inscribir, te
arrepentiste. ¿Es así?
-Es verdad. En principio no sabía por qué quería estudiar Sistemas. En un inicio fue porque sonaba como algo cool,
súper distinto. Ahora se ve muy normal, pero en aquella época, finales
de los 70, sonaba diferente pero luego pensé "¿de qué estoy hablando?".
Empecé a imaginarme lo que iban a ser esos años en la universidad y
cuando estaba por meter la solicitud, taché donde decía Sistemas y puse
Mercadotecnia. Regresé a mi casa y cuando le conté a mi papá que no me
había anotado porque me daba miedo, se ofendió. Me dijo que él podía
tener una hija tonta pero miedosa no; y que si me había arrepentido por
miedo regresara y me inscribiera. Y efectivamente regresé y me anoté en
Sistemas.
-Las mujeres siguen siendo minoría en el mundo de la tecnología, ¿por qué? ¿hay menos interés o más condicionamientos?
-No creo que sea falta de interés. Hay una mezcla de temor por lo que demanda. Porque la carrera demanda mucha actividad. También hay una predisposición a decir y a creer que las mujeres no son buenas para los números, aunque en realidad no es así y además la carrera no tiene tantos números. En tecnología, hay que ser buena en lógica, pero no en números, porque no eres un economista, ni un estadista. De todos modos existen grandes empresas de tecnología dirigidas por mujeres, como HP. La segunda más importante de Facebook es mujer y Yahoo también es liderada por una mujer. Lo contradictorio es que efectivamente la participación femenina no es tan importante en la tecnología, pero en empresas muy grandes hay mujeres que tomaron roles destacados.
-No creo que sea falta de interés. Hay una mezcla de temor por lo que demanda. Porque la carrera demanda mucha actividad. También hay una predisposición a decir y a creer que las mujeres no son buenas para los números, aunque en realidad no es así y además la carrera no tiene tantos números. En tecnología, hay que ser buena en lógica, pero no en números, porque no eres un economista, ni un estadista. De todos modos existen grandes empresas de tecnología dirigidas por mujeres, como HP. La segunda más importante de Facebook es mujer y Yahoo también es liderada por una mujer. Lo contradictorio es que efectivamente la participación femenina no es tan importante en la tecnología, pero en empresas muy grandes hay mujeres que tomaron roles destacados.
-Igual siguen siendo la excepción, son casos contados
-Sí, seguimos siendo excepción. Pero en la medida en que nos
reconectemos con lo que significa hoy la tecnología eso va a cambiar.
Así como han cambiado las plataformas, también ha cambiado el rol de la
tecnología. Antes era para automatizar funciones pero hoy tiene mucho
más que ver con acercar. Una aplicación muestra cómo entiendes a tu
mercado y cómo llevas tu servicio o producto al mercado. Y las mujeres
tenemos mucha capacidad de lectura, sabemos cómo vender una idea, lo
sabemos hacer de forma natural. Cuando entendamos que la tecnología
genera cercanía, transformación, creo que en general las profesiones van
a cambiar y también se van a ver más mujeres en esas profesiones.
-Viajás mucho y trabajás mucho, ¿cómo lograste compaginar tu desarrollo laboral con tu maternidad?
-Fue muy difícil, pero es posible. Soy la muestra de que es posible
hacerlo, pero no es fácil. Es importante que tengas claras tus
prioridades y que te gusten tus dos roles. A mí me encanta ser mama
(tiene dos hijas, una de 27 y otra de 23, y una nieta) y me encanta ser
abuela. Hoy no es tan complicado combinar maternidad con trabajo si lo
comparas con cómo era hace 20 años.
-¿Qué fue lo más difícil?
-Me acuerdo de mis hijas diciendo "mamá, por favor no te vayas". Yo les
ponía un mapa y les dejaba un papelito por cada día que iba a estar
fuera, entonces ellas arrancaban esos papelitos y cuando terminaban
sabían que yo llegaba. Yo iba al aeropuerto y lloraba, buscaba un
teléfono de moneditas y llamaba llorando, preguntaba por las niñas. Y
aparte del llanto de tus hijas, luego el problema de hablarles a las
mamás del colegio, que ninguna trabajaba, y pedirles que ayudaran con
las niñas. Y luego tener una persona que ayudara en la casa, llenar la
despensa y ver quién iba a llevar o traer a la niña. En cambio ahora
todo cambió.
-¿En qué sentido?
-La primera vez que mi hija me dejó al cuidado de mi nieta me dijo que
si la niña lloraba en la cuna no la levantara. A la noche, la niña se
pone a llorar y yo voy a tomarla en brazos y de pronto escucho a mi hija
diciendo "ni se te ocurra levantarla". Mi hija me estaba viendo y
escuchando, desde donde fuera que estaba, por medio del monitor que
estaba junto a la cuna. Mi hija también me pasó el grupo de WhatsApp de
las madres, e hizo las compras a distancia y organizó para que me
llegara el envío. Hoy la tecnología hace las cosas más fáciles.
-Pero
la culpa en muchas mujeres sigue estando. Todavía hay diferencias de
género a nivel laboral, incluso cuando pregunto si podés combinar la
maternidad con el trabajo, lo hago porque reflejo un exigencia
social particular para con la mujer. Porque a un hombre no se le suele
preguntar cómo hace para llevar adelante su paternidad y su desarrollo
profesional.
-Va a pasar mucho tiempo para que cambie eso. También tiene que ver con
cómo vivas tu maternidad. Es importante que hagas parte de tu decisión a
tu familia, a tus hijos, para que entiendan por qué lo haces. Mis hijas
vieron que no viví mi trabajo con culpa, que lo viví con
responsabilidad y conciencia. No puedes vivirlo con culpa porque si los
sientes así, el niño crece como víctima. Mi mama es psicoterapeuta y me
lo dijo desde un comienzo: "Transmite el propósito, por qué quieres
hacer lo que estás haciendo". A veces trabajas por necesidad o por una
gratificación profesional pero tus hijos tienen que saber por qué lo
haces. Y tus prioridades deben estar claras, debes saber dónde eres
absolutamente indispensable. Tú no puedes faltar a la entrega de premios
de tus hijos. Puedes faltar a una audiencia, alguien puede ir en tu
lugar, pero ¿qué le dices a tu hijo si no llegaste a la entrega de
premios? La empresa necesita profesionales completos, plenos. Si yo me
quedo en una junta sabiendo que no estoy en la entrega de premios del
colegio y me siento mal por eso, la empresa no tiene una persona plena.
¿Cómo me voy a sentar delante de un cliente?, ¿cómo voy a defender una
postura, una persona que se siente culpable? Queremos profesionales
plenos, orgullosos de lo que están haciendo.
-Las exigencias, la culpa, todo surge de las presiones culturales, ¿no?
-Creo que es un tema cultural que nos cuesta sacarnos de encima. ¿Cómo
puedes ser exitoso desde la culpa? Llegas en situación de desventajas a
cualquier puesto laboral, no te plantas igual. Creo que es más un reto
familiar que de las empresas. Se pueden abrir todos los programas que se
quiera para facilitarles las cosas a las mamás: cuarto para amamantar,
horario flexible, trabajar desde la casa, pero si llegas y tienes un
marido que se queja o una madre del colegio que te critica o dice que
eres una irresponsable es muy difícil.
-¿Eso te pasó? ¿Padeciste a las madres del colegio?
-Ay, sí claro, pero luego les tapé la boca. Hacía cosas locas, viajaba
todo el día para poder llegar a un evento del colegio, era coordinadora
de salón, organizaba todo, pero lo hacía porque quería que mis hijas
supieran lo importantes que eran y son para mí. Yo soy de México, vivo
en la ciudad más conservadora de México, que es Monterrey. Ninguna mujer
trabajaba en aquella época y mucho menos había directoras de empresas.
Fue difícil, hubo críticas, pero luego hubo mucho apoyo.
-Cuando eras niña, ¿te imaginabas siendo la empresaria exitosa que sos hoy?
-Quería ser la secretaria de mi papá, supongo que porque lo admiraba y
quería pasar tiempo con él. Y luego no pensé que llegaría ser una
empresaria así, aunque sí pensé que iba a hacer cosas cuestionables
desde la perspectiva de diferente. No quería ser alguien más, quería
hacer algo distinto. Hablar de tecnología era raro, algo de lo que no se
hablaba. Apenas se hablaba sólo de computación y mucho menos se hablaba
de emprendedores.
-¿Cuáles son los consejos que le darías a cualquier emprendedor, sea hombre o mujer, para poder salir adelante?
-Creo que hay que decir, declarar lo que se va a hacer. Cuando uno dice
que va a hacer algo se genera un compromiso. No se trata de expresar un
deseo al estilo "a mí me gustaría ser astronauta". No, hay que decir
"yo voy a ser astronauta". Si se lo dijiste a alguien, compartiste esa
visión es un primer paso hacia un compromiso.
El siguiente punto es compartirlo, abrir la posibilidad a hacerlo en equipo. Softtek no lo hice yo, fuimos muchas personas, lo hicimos en grupo. Creo que compartir el sueño hace que ese sueño pueda ser más grande. Como el dicho: si quieres llegar rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado. Yo no estaría aquí si no fuera por mis socios y mi familia.
Por último no bloquearse uno mismo las oportunidades. El emprendedor debe ver fortalezas más que obstáculos. No hay que distraerse ni un minuto con las cosas que están en contra.
El siguiente punto es compartirlo, abrir la posibilidad a hacerlo en equipo. Softtek no lo hice yo, fuimos muchas personas, lo hicimos en grupo. Creo que compartir el sueño hace que ese sueño pueda ser más grande. Como el dicho: si quieres llegar rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado. Yo no estaría aquí si no fuera por mis socios y mi familia.
Por último no bloquearse uno mismo las oportunidades. El emprendedor debe ver fortalezas más que obstáculos. No hay que distraerse ni un minuto con las cosas que están en contra.
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