El fin de este principio afecta la forma en que se trata el tráfico de contenidos web. Podría derivar en el bloqueo o privilegio de algunos sitios sobre otros. El impacto en el acceso a la información, la libertad de expresión y en la economía de los usuarios. La situación en Argentina.
1. Al darse por finalizado este principio en EE.UU, los proveedores de Internet en ese país podrían bloquear o modificar la velocidad del servicio
a discreción e imponer tarifas extras a la plataformas como sitios de
noticias, redes sociales o aplicaciones para que la velocidad de acceso a
sus sitios sea igual que la de sus competidores. Esto deriva en una
serie de consecuencias que afectan la libertad de expresión, limitan el
acceso a la información y generan un costo económico que absorberán los
generadores de contenido y que podría también trasladarse a los
usuarios.
2. "Sin la neutralidad de la red, por ejemplo, un usuario de Internet
podría realizar una consulta en un motor de búsqueda como Google, y éste
podría ser demasiado lento o estar bloqueado, por lo que, para poder
conseguir la información buscada, debería recurrir a otro motor de
búsqueda. En definitiva, lo que ocurriría, es que los
proveedores de acceso a internet podrían restringir el acceso a
determinados sitios web con el objetivo de favorecer a una empresa específica o en beneficio propio", se destaca en el sitio de Nic.ar.
3. Se limita el acceso al servicio, lo cual afecta también al usuario, porque podría no acceder a todas las plataformas de igual manera.
4. Si bien el fin de la neutralidad de la red repercute en los gigantes tecnológicos como Netflix, Twitter o Facebook, los más perjudicados son las pequeñas compañías que se ven en desigualdad de condiciones para competir.
Seguramente será mucho más difícil para el autor de un blog o de una
incipiente compañía pagar tarifas extras o negociar condiciones de
igualdad para que sus plataformas tengan la misma visibilidad que la de
las grandes empresas.
5. Este acceso diferenciado no sólo limita el acceso a la información y
oferta de servicios para el usuario sino que también afectaría la
libertad de expresión para los creadores de contenidos.
Qué dicen las proveedoras de servicio:
Las empresas como Comcast o AT&T destacan que con este nuevo modelo podrán recaudar más dinero que se traducirá en mayor inversión y mejoras en la prestación de sus servicios.
Las empresas como Comcast o AT&T destacan que con este nuevo modelo podrán recaudar más dinero que se traducirá en mayor inversión y mejoras en la prestación de sus servicios.
Qué dicen los generadores de contenidos
Netflix publicó un tuit donde dijo que estaban en desacuerdo "con la
decisión de limitar la neutralidad de la red que propició una era
inigualable de innovación, creatividad y participación cívica".
Desde Twitter también consideraron que la decisión afecta la innovación
y la libertad de expresión. Amazon, Microsoft, Google, Facebook,
Mozilla y Airbnb también expresaron su repudio a la decisión de dar por
tierra con la neutralidad de la red que, a su entender, favoreció hasta
el momento la libre competencia, el crecimiento de la economía y el
acceso a la información para los consumidores.
La situación en Argentina
"En la Argentina hoy tenemos la ley Argentina Digital que
explícitamente habla de la neutralidad de la red, con lo cual para
cambiar este principio tendría que surgir un decreto o una nueva ley.
Igual creo que estos movimientos con el tiempo se expanden al resto del
mundo. No veo que vaya a surgir un cambio en el corto plazo, pero la
tendencia puede venir", destaca Ariel Graizer, presidente de la Cámara
Argentina de Internet (Cabase), en diálogo con Infobae.
El
experto remarcó que es fundamental defender la ley para que ningún
proveedor pueda favorecer a una plataforma por sobre otra. Y en este
sentido dijo que "tampoco se debe limitar el acceso por medio del zero rating". Esto se refiere a las promociones o bonificaciones de servicio que impulsan el acceso a un sitio por sobre otro.
"Para nosotros la neutralidad viene de la mano de la interconexión de
redes que aseguran que un paquete de datos pasen de una terminal a otra.
Nosotros tenemos vigente un decreto del 2000, que es el 764. Fue
pensado para redes de telefonía y no para internet. Ahora hay que garantizar un ancho de banda determinado para no generar discriminación", concluyó Graizer.
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