La compañía viene hace años peleando en cortes de diferentes países para poder terminar con sus problemas de patentes..
Samsung y Apple pusieron fin a su prolongada guerra de patentes en todos los países excepto en EE.UU., precisamente donde las disputas legales entre ambos gigantes de la electrónica alcanzan una mayor dimensión.
En su comunicado conjunto, las dos multinacionales anunciaron que "acordaron abandonar todos los pleitos fuera de Estados Unidos".
Aclararon, sin embargo, que el acuerdo "no implica ningún pacto de licencias y ambas empresas seguirán adelante en los litigios en curso" en los tribunales del país norteamericano. Corea del Sur, Japón, Alemania, Italia, Holanda, Gran Bretaña, Francia y Australia son el resto de países en los que Apple y Samsung se vieron las caras en los tribunales.
Aunque las batallas más importantes continuarán en EE.UU., los expertos consideran el acuerdo como un reflejo de la voluntad de las dos compañías a la hora de poner fin a su prolongada guerra de patentes ante el incremento de la competitividad en el lucrativo mercado de los dispositivos inteligentes.
En pleno auge de las compañías chinas como Xiaomi, que están robando cuota a Samsung y Apple, los que aún son los dos líderes del mercado sugirieron recientemente su intención de dejar de encontrarse en los juzgados tras más de tres años de demandas cruzadas, sentencias y apelaciones.
Ambos retiraron en junio sus apelaciones en uno de los casos a la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos y en julio Apple dio marcha atrás a una de las disputas en California, lo que según analistas refleja el agotamiento de las dos partes en una contienda que se antoja interminable.
Y es que Samsung y Apple apelaron sin excepción todos los veredictos en contra, por lo que el proceso llegó a un punto en el que las dos firmas buscan demostrar los daños que los supuestos plagios de la competencia causaron sobre sus ventas y planes de expansión.
Todo comenzó en abril de 2011, un año marcado por el "boom" de los teléfonos inteligentes en todo el mundo con Apple y Samsung en plena lucha por el dominio del mercado.
Fue entonces cuando la firma estadounidense demandó a la surcoreana en un tribunal de California por copiar en sus smartphones y tabletas el diseño del iphone y el iPad, a lo que Samsung respondió con otra demanda a Apple por violación de patentes de la tecnología 3G.
En los dos años siguientes se sucedieron las demandas cruzadas entre los dos titanes de la electrónica en todo el mundo, con victorias para Apple en la mayoría de los casos.
Fue especialmente dolorosa para Samsung la derrota el pasado diciembre en su propio feudo, Corea del Sur, donde un tribunal de Seúl dictaminó que Apple no había violado tres de patentes de sus dispositivos inteligentes, entre ellas una relacionada con la mensajería de texto.
En todo caso, en EE.UU. la guerra de patentes no parece vislumbrar su fin, especialmente después de que en mayo la corte federal de San José condenara a Samsung a indemnizar a Apple con US$119,6 millones por copiar en sus smartphones dos características del iPhone.
De momento la compañía surcoreana adeuda más de 1.000 millones de dólares a la firma de la manzana como suma de todas sus derrotas en los tribunales de EEUU, aunque ha dejado claro que apelará las sentencias hasta agotar los procesos.
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